Rosendo Fraga (h)
Director de Análisis e Investigación en gormanlee.com
Según el 2023 World Press Freedom Index (WPFI) de Reporteros sin Fronteras, la Argentina cayó 11 posiciones, de la 29° en 2022 a la 40° en 2023, respecto a la libertad que brinda para el ejercicio del periodismo. Con esta nueva posición, la libertad de prensa en Argentina es similar a la que existe en Macedonia del Norte (38°), Montenegro (39°), Italia (41°) o Croacia (42°).
El reporte de este año señala que Noruega, Irlanda, Dinamarca, Suecia y Finlandia son, en ese orden, los cinco países del mundo con mayor libertad de prensa, mientras que Turkmenistán, Irán, Vietnam, China y Corea del Norte son los cinco países en los que este año resulta más peligroso ejercer la profesión.
El WPFI clasifica a 180 países de acuerdo a cinco pilares: contexto político, marco legal, contexto económico, contexto sociocultural y seguridad para ejercer libremente el periodismo en cada país y región. El puntaje está determinado por un cuestionario en 24 idiomas que completan expertos de todo el mundo, y cuyos resultados se combinan con datos cuantitativos sobre abusos y actos de violencia contra periodistas durante el año evaluado.
La evaluación de la libertad de prensa en Argentina de acuerdo a estos cinco criterios para 2023 muestra caídas en todos los casos, salvo en su marco legal.
El fuerte de la Argentina sigue siendo ese marco legal para ejercer el periodismo, por el que obtuvo 90.66 puntos. Ello representa la segunda posición a nivel global (sólo el marco legal de Noruega ofrece más garantías). Esta categoría evalúa, entre otras variables, la posibilidad de trabajar sin censura ni sanciones a la libertad de expresión, la capacidad de acceder a la información sin discriminación entre periodistas y la capacidad de proteger las fuentes.
Por su contexto político la Argentina perdió dos posiciones, de la 28° a la 30°, y obtuvo 75,25 puntos, un puntaje similar al que lograron Namibia (75.75) y Andorra (74.69). Este pilar mide el grado de apoyo y respeto a la autonomía de los medios, el nivel de aceptación de diversos enfoques, y el apoyo que tienen los medios a la hora de denunciar al poder político. A pesar de la caída, en términos regionales, el contexto político en el que se desarrolla el periodismo en Argentina sigue siendo el mejor de América Latina.
Medida por su contexto económico, la Argentina perdió 21 posiciones (del puesto 50 al 71) y consiguió un puntaje de 49.80. Este pilar evalúa las restricciones económicas que imponen los Estados, las que existen desde el sector privado y las limitaciones de órden económico que tienen los propietarios de medios a la hora de defender sus intereses. Puesto en su contexto latinoamericano, Argentina se ubicó en la séptima posición, detrás de Costa Rica (70,59), Ecuador (61.60), Uruguay (50.08), Brasil (52.59), República Dominicana (52,45) y Panamá (51, 63).
El contexto sociocultural de la Argentina medido año contra año también arrojó una caída importante: pasó de la posición 29° en 2022 a la 53° en 2023. Este pilar evalúa dos tipos de restricciones, las sociales (ataques a la prensa en cuestiones de género, clase o religión) y las culturales (presión sobre periodistas para que no cuestionen el poder o o cubran ciertos temas). Con este nuevo puntaje, la Argentina comparte el mismo rango de puntos con dos países de América Latina: República Dominicana (76.42) y Brasil (76.22), aunque lejos del mejor evaluado, que fue Costa Rica (87.97).
Por último, el World Press Freedom Index evalúa la seguridad que existe a la hora de ejercer el periodismo en todos estos países. Este puntaje es el resultado de una encuesta a profesionales que mide el daño corporal, la angustia psicológica o emocional o el daño profesional derivado de hacer periodismo, junto con un recuento de abusos contra medios y periodistas durante el año evaluado. La Argentina tuvo una caída muy pronunciada en este apartado: pasó de la posición 39° a la 86° en un año. Aunque el informe de Reporteros Sin Fronteras señala que en Argentina los ataques físicos contra periodistas son raros, no hay encarcelamientos y asesinatos desde 2000 y los ataques y amenazas contra medios y periodistas son repudiados en forma unánime, sí hace mención textual al caso de Rosario, donde los narcotraficantes han comenzado a atacar a medios y periodistas.
Es interesante detenerse en el puntaje que la Argentina obtuvo por su seguridad para ejercer el periodismo: 74.27 puntos. Se trata de una evaluación muy similar a la que obtuvo Serbia (74.31) o Guinea Ecuatorial (73.47), país en el que virtualmente no existe la democracia.
Esto da pie para mencionar el polémico cambio de metodología operado en la edición de 2022. En esa oportunidad, la Argentina fue uno de los países que más posiciones escaló en el mundo por su libertad de prensa, de la 69° en 2021 a la 29° en 2022, aunque no hubo ninguna circunstancia extraordinaria que justificara esa mejora. A Uruguay le sucedió lo contrario. Fue uno de los países de América Latina más perjudicados por ese cambio: entre 2021 y 2022 retrocedió 26 posiciones de un plumazo y sin que hubiera ninguna modificación en sus condiciones objetivas que justificara la caída, lo cual fue interpretado con suspicacia en el país vecino.
Eso llevó a que Emmanuel Colombié, director regional para América Latina de Reporteros Sin Fronteras, admita que la caída en Uruguay se debía más al cambio metodológico que a otra cosa y prometió modificar esto en el futuro. Es probable, aunque no ha sido corroborado todavía, que esta nueva edición tenga más que ver con la metodología que se abandonó en 2021, que con la del último año. Lo único que sí sabemos con cierto grado de certeza es que este año también habrá polémica.
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