Rosendo Fraga (h)
Director de Análisis e Investigación en gormanlee.com

La irrupción del COVID-19 en el escenario global representó un desafío muy importante para los sistemas educativos de todo el mundo, que ahora han comenzado a concentrar esfuerzos para recuperar el terreno perdido y reducir las desigualdades que produjeron los cierres y cuarentenas.

Para evaluar el grado de avance en esta materia, a mediados de julio el Banco Mundial lanzó un detallado informe de 164 páginas titulado «De la recuperación a la aceleración: Una actualización global sobre los esfuerzos de los países para mejorar el aprendizaje y reducir las desigualdades», en el que pasa revista a las iniciativas más destacadas en la búsqueda de una recuperación sólida y sostenible en el ámbito educativo a nivel mundial.

De acuerdo al Banco Mundial, Uruguay se ha posicionado como uno de los líderes en la transformación educativa con su programa ALEKS, lanzado en 2022 y desarrollado por Ceibal. Se trata de una herramienta de aprendizaje adaptativo y autoguiado enfocada en matemáticas para estudiantes de primaria y secundaria. Lo que hace a este programa verdaderamente destacado, de acuerdo al informe, es “su capacidad para permitir que los estudiantes adapten sus propias experiencias de aprendizaje, empoderándolos y brindándoles una experiencia educativa más personalizada y efectiva”.

Para el Banco Mundial, ALEKS podría transformarse en una herramienta especialmente útil para sistemas educativos que necesitan enfocarse en el apoyo a estudiantes rezagados o que enfrentan desafíos específicos en su aprendizaje. A su vez, podría contribuir a mejorar el esfuerzo educativo en aquellos países que enfrentan limitaciones de tiempo e instrucción debido a factores como la escasez de personal calificado o el cierre prolongado de escuelas. Sin embargo, el informe destaca que estos desafíos no se aplican directamente a Uruguay, ya que pertenece a ese 20% de países que estaban explorando enfoques adaptativos y autodirigidos respaldados por tecnología antes de la pandemia. Para el Banco Mundial, la Plataforma Adaptativa de Matemática (PAM), predecesora del ALEKS, es un testimonio claro del compromiso previo del país con la innovación educativa.

¿Qué vuelve distinto a ALEKS de otras plataformas similares? Para el Banco Mundial, el éxito del programa desarrollado por Ceibal radica en su algoritmo de inteligencia artificial, que personaliza las rutas de aprendizaje para cada estudiante en función de su nivel de conocimiento y comprensión. “Los alumnos trabajan de forma independiente a través del programa, mientras que los maestros tienen acceso a información detallada sobre el uso y rendimiento de sus estudiantes mediante un portal en línea. Esta combinación de tecnología y pedagogía ha demostrado ser altamente efectiva para mejorar el aprendizaje de manera individualizada, proporcionando un entorno educativo más inclusivo y equitativo”, sostiene el informe sobre el caso uruguayo.

Por último, en términos globales, el Banco Mundial sitúa a Uruguay en el «grupo selecto de países con respuestas políticas prometedoras relacionadas con la recuperación y aceleración del aprendizaje», una categoría que comparte con Chile, el Reino Unido, España, Estados Unidos y otros ocho países.

En definitiva, en esta mención convergen dos de los esfuerzos más consistentes a los que ha estado abocado Uruguay desde hace más de una década: su compromiso con la transformación educativa -de lo que puede dar fe el pionero Plan Ceibal- y la declarada intención del país de posicionarse como uno de los polos tecnológicos más importantes de América Latina.