Rosendo Fraga (h)
Director de Análisis e Investigación en gormanlee.com

El Global Terrorism Index (GTI) es un informe anual publicado por el Institute for Economics & Peace (IEP) que mide el impacto del terrorismo a nivel mundial. Este ranking clasifica a los países según el número de incidentes terroristas, víctimas fatales, heridos y daños materiales, permitiendo evaluar la evolución del terrorismo en cada nación.

La edición 2025 del GTI, difundida esta semana, asigna a Chile un puntaje de 5.162, lo que representa una mejora respecto del año anterior (5.679) y marca su menor nivel de terrorismo desde 2020, cuando el país registró 4.031 puntos. A pesar de esta reducción, Chile sigue siendo el segundo país sudamericano con mayor impacto del terrorismo después de Colombia y el primero entre aquellos que no se encuentran en situación de conflicto.

Por otro lado, el informe destaca que, por segundo año consecutivo, Chile no registró muertes por terrorismo, mientras que los ataques cayeron drásticamente de 188 en 2023 a 52 en 2024. No obstante, más de la mitad de los ataques registrados (63%) fueron atribuidos a grupos radicalizados del movimiento mapuche.

La evolución de Chile en el GTI muestra una tendencia ascendente a partir de 2019, cuando el país empeoró ocho posiciones y superó el umbral de los 4.000 puntos. Así, por primera vez desde 2012, Chile pasó a ser considerado un país con una incidencia media de terrorismo. El informe de ese año señala expresamente: “Los ataques en Chile más que se duplicaron en 2018, alcanzando un total de 45, aunque no se registraron muertes. Aproximadamente la mitad de estos ataques fueron cometidos por activistas indígenas mapuches, cuya autoría en términos de incidentes aumentó drásticamente, pasando de 6 en 2017 a 22 en 2018”.

Sin embargo, la calificación empeoraría aún más en 2022 y 2023, cuando Chile pasó de tener una incidencia media de terrorismo a una alta. El informe de ese último año advierte: “Chile experimentó 1.170 ataques terroristas que resultaron en 20 muertes entre 2012 y 2022, con la mayoría de los ataques y la mitad de estas muertes ocurriendo en los últimos dos años”. Ese panorama cambiaría sensiblemente al año siguiente: según los datos del IEP, 2023 marcó la primera vez desde 2017 en que no se registraron muertes por terrorismo en Chile, una tendencia que se mantuvo el año pasado.

La mejora de Chile en el Global Terrorism Index en los últimos dos años coincide con la implementación de estrategias de seguridad en la macrozona sur, incluyendo el refuerzo de la legislación antiterrorista y la intensificación de la presencia de fuerzas especiales en las áreas más afectadas. A pesar de ello, el informe de 2025 advierte que Chile sigue siendo el país con el peor puntaje entre aquellos que no tienen un conflicto abierto, lo que refleja la singularidad de su situación.